lunes, 1 de junio de 2009

MILK

Como ya lo había mencionado antes (ver Paranoid Park) Soy un ferviente admirador del trabajo de Gus Van Sant, un director que ha sabido mezclar los proyectos personales, con los trabajos por encargo de manera casi siempre brillante. Es por eso que quede bastante sorprendido al ver “Milk” una película en la que Van Sant ha dejado de lado su estilo y ha preferido hacer algo completamente serio y diferente. Para este biopic, mitad película, mitad documental, Van Sant no se ha limitado a contar la historia de Harvey Milk sino también a echo una abierta mirada al universo político americano y a la doble moral de su sociedad, una sociedad que excusándose en fundamentalismos religiosos discrimina y humilla a las personas de diferente opción sexual, dando como resultado una película efectiva y muy interesante.

Harvey Milk fue un político y activista gay americano, que se convirtió en el primer hombre abiertamente homosexual en ser elegido para un cargo público en los Estados Unidos, como miembro de la junta de supervisores de San Francisco. Milk se sintió llamado a presentarse como candidato a supervisor de la ciudad de San Francisco en 1973, aunque encontró cierta resistencia en el orden político gay surgido hasta entonces. Su campaña fue comparada con el teatro: era descarado, directo, animado y extravagante, ganando la atención de los medios de comunicación y obteniendo votos, aunque no los suficientes para ser elegido. Aprovechándose de su creciente popularidad, dirigió el movimiento político gay en feroces batallas contra las iniciativas anti homosexuales. Milk fue elegido supervisor en 1977, después de que San Francisco reorganizara su procedimiento electoral para elegir representantes por barrios en vez de realizar una única votación a nivel de la ciudad. Estuvo once meses en el puesto de supervisor municipal y fue responsable de la aprobación de una estricta ordenanza sobre los derechos de los homosexuales en San Francisco. El27 de noviembre, Milk y el alcalde George Moscone fueron asesinados por Dan White, otro supervisor de la ciudad que había dimitido recientemente y quería recuperar su cargo. Tanto la elección de Milk como los sucesos que siguieron a su asesinato demostraron una liberalización de las actitudes ciudadanas y los conflictos políticos existentes entre el gobierno de la ciudad y una fuerza policial conservadora.



Pareciera que la consigna con la cual Harvey Milk iniciaba sus discursos (HOLA SOY HARVEY MILK Y E VENIDO A RECLUTARLOS) hubiese sido la consigna de Gus Van Sant al momento de filmar la película, es que la película está diseñada de tal forma que se te hace muy difícil no hacerte participe de su causa, conforme avanzan los minutos la lucha y el esfuerzo de Harvey Milk por lograr el apoyo de la gente van capturándote, eso indica que el trabajo de Van Sant, es más que remarcable. Van Sant también se inclina por mezclar secuencias reales de aquella época con las de las interpretaciones, cosa que le da un resultado aun más interesante a la película, eliminando así personajes secundarios y poniendo personajes reales; así pues vemos a Milk luchando contra los gobernadores y contra la hasta ahora temible “ala conservadora” de la sociedad norteamericana, en excelentes imágenes que mezclan la situación real de aquella época junto con el trabajo de los actores encargados de dar vida a Milk y a sus compañeros de trabajo. Van Sant, a trabajo el filme de manera sobria sin caer en el sentimentalismo o en el morbo, sin volver a la película un “flower power” lleno de secuencias homosexuales, la película solamente muestra lo necesario, sin llegar a la exageración. Hay también una deliberada intención por parte de Van Sant, de mostrar como la sociedad americana de entonces maltrataba a los homosexuales y como todos y cada uno de los logros de Milk, eran pues autenticas batallas contra un monstruo de de 7 cabezas imposible de vencer pero al que se le podía debilitar poco a poco. Así también deliberada es la intención de mostrar lo duro, traicionero y poderoso que es el movimiento político en Estados Unidos, viviéndolo todo desde el humilde movimiento político de Milk, así como las alianzas que tiene que pactar para poder conseguir su objetivo y como una vez siendo supervisor tiene que seguir luchando para contar con el apoyo de los demás, porque de otra forma toda su lucha hubiera sido en vano.
A pesar de todo eso “Milk” es por momento demasiado lejana, como si se estuviera viendo un documental del History Channel, no hay un acercamiento a la vida de Milk, a sus conflictos personales, a sus propias luchas personales, aunque para ser sinceros pienso que la película no necesita de eso para salir adelante. De lo que si necesitaba para llegar a buen lugar es de muy buenas interpretaciones, cosa que a “Milk” le sobra.

Comenzando con la interpretación de James Franco (el hijo del duende verde en Spiderman), interpretando al amante de Milk en un trabajo bastante bueno, la interpretación de Josh Brolin (No country for old men) como Dan White, el pobre loco que termina asesinando a Milk es excelente, Emile Hirsch (Into de Wild) también se luce en su algo corta interpretación, aunque claro no todo es perfecto y uno tiene que aguantarse a Diego Luna haciendo el ridiculo, pero bueno asi es la vida. De la interpretación de Sean Penn ¿que podría yo decir que no haya dicho ya nadie? El trabajo físico es simplemente formidable, ver al durísimo Sean Penn transformado en el salidísimo del closet Harvey Milk es impresionante, un cuidadísimo trabajo físico, desde los gestos, las posturas, las actitudes y ni hablar de la interpretación, gran parte del éxito del filme está en la actuación de Sean Penn quien entrega el alma en cada dialogo, en cada aparición, sin caer ni en la exageración, ni en la caricatura, su trabajo es simplemente formidable y te da la posibilidad de conocer a Harvey Milk, una persona que fue simplemente admirable, Sean Penn es digno merecedor de un Oscar(sorry Mickey Rourke) y solamente vale la pena ver la película por contemplar su excelente trabajo.

“Milk” tiene la virtud de ser un biopic que no se limita a contar simplemente la historia de un activista gay, la película también habla de la lucha social, de la lucha política y de la marginación en la que viven los homosexuales en todo el mundo, a pesar de que por momentos la película no consigue impactarte o impresionarte, consigue con facilidad hacerte reflexionar sobre el derecho que tenemos todos a ser iguales y a ser tratados sin discriminación, por raza, sexo, color, credo o opción sexual.
De igual forma la película consigue hacerlo a uno comprender que las libertades con que vivimos ahora han sido producto de la sacrificada lucha(con sangre casi todo el tiempo) de muchas personas que han dado hasta la vida por un mundo mejor y más justo en el que podamos vivir todos juntos.

HARRYFOCKER LE DA 7.5/10

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