domingo, 29 de diciembre de 2013

Trance

 
“Trance” es la más reciente película del inclasificable director británico Danny Boyle, que en estos ultimos años anduvo algo ocupadito produciendo la transmisión televisiva de las olimpiadas de Londres del 2012. Basado en una historia escrita por Joe Ahearne y que fue adaptada para la televisión británica en el año 2001. Boyle vuelve a asociarse con el escritor John Hodge(Shallow Grave, Trainspotting) para la adaptación de este rompecabezas donde nada es lo que parece. La historia aparentemente sencilla inicia con el robo de una obra de arte planeado por Simon(James McAvoy) asistente de una casa de subastas de obras de arte quien se asocia a un grupo de delincuentes liderado por Franck(Vincent Cassel) todo iba de acuerdo a lo planeado, hasta que
Simon recibe un fuertísimo golpe en la cabeza que lo hace perder la memoria y olvidar donde es que había escondido la pintura. Luego de torturarlo y no poder sacarle nada debido a que Simon luego de haber estado en coma, sufre de un fuerte cuadro de amnesia, el grupo de criminales decide someterlo a sesiones de hipnosis para que este pueda recordar donde fue que dejo la pintura, siendo llevado donde Elizabeth Lamb(Rosario Dawson) quien luego de una primera sesión sorprende al grupo de ladrones al solicitar una parte del botín ya que sin ella y sus sesiones de hipnotismo, nunca encontraran la pintura.

La mente de Simon no solo está rota, es un inmenso rompecabezas, que solo puede descifrar Elizabeth quien al parecer sabe más de lo que aparenta y que comienza a manipular todos los hilos a su favor en una película que da más vueltas de tuerca que barco camaronero atrapado en remolino, la película hace salto constante desde el subconsciente de sus protagonistas hacia la realidad al punto que llega un momento en que se te hace muy difícil discernir si lo que estás viendo es real y sigues atrapado en la mente de los protagonistas.
Como espectador uno tiene que estar dispuesto a dejarse llevar por la historia y sus constantes cambios de rumbo, de lo contrario pasados los primeros veinte minutos ya le habrás encontrado más de un “pero” a la historia y todo se tornara imposible e irreal, de allí que el éxito del filme este limitado a lo que esté dispuesto a poner uno como espectador para dejar que la historia lo atrape y dejarse llevar hasta su fascinante final. Era obvio que una propuesta de este tipo algo complicada para las grandes audiencias sería un fracaso de taquilla.

En mi opinión la película es un deleite visual, el estilo fílmico de Boyle, como es usual en su filmografía siempre genera una gran cantidad de admiradores, como de detractores, no son pocos los que consideran mediocre su oscarizada “Slumdog Millionaire” y tildan de menores y efectistas a “Sunshine” y “28 days Later”(eso sí, con “Trainspotting” nadie se mete), aunque tiene muchos altibajos, el trabajo de Boyle a mí siempre me ha parecido más que interesante, es uno de los pocos directores que no se resignan a encasillarse en un solo estilo y siempre buscan, trabajar con un género cinematográfico diferente, claro que al arriesgarse el resultado no siempre va a ser el esperado, pero el trabajo de Boyle siempre busca que el espectador, sienta, se involucre, se maraville, que sienta otro tipo de emoción en la butaca.

Lo que “Trance” nos propone con una narración que si bien es cierto es algo oscura y deja muchos espacios vacíos, es sumergirse en la mente de sus protagonistas y llevarnos por un camino que hay que reconstruir en base a pedazos de un pasado encerrado detrás de muchas puertas y que solo tienen una llave maestra. Los protagonistas (que se encandilaron con el guion) son el otro punto alto del filme, McAvoy se muestra muy convincente con la doble personalidad de su personaje, así como Vincent Cassel aunque este actor siempre elabora excelentes personajes, quien si se merece destacar por encima de todos es Rosario Dawson, su compromiso con su personaje es total y arriesga mucho con su personaje (sobre todo en la secuencia del desnudo frontal)su actuación es poderosa y termina siendo determinante para el resultado del filme.

Aunque los hipnotizadores sostienen que solamente el 5% de las personas en el mundo NO PUEDE ser hipnotizado, dejarse llevar por el último trabajo de Boyle podría ser mucho más difícil. Pero una vez que logras sumergirte, el resultado es más que gratificante y se remite al concepto más básico de hacer cine: “llevar al espectador a un lugar en el que no había estado antes”


HARRYFOCKER LE DA 8/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario