lunes, 28 de septiembre de 2015

The D Train (2015)

Dan Landsman (Jack Black) es el autoproclamado presidente del comité organizador de la fiesta de reencuentro de su liceo, como es usual en los personajes de Black, Dan es un idiota insoportable, que vive en un constante estado de frustración pues no se lleva bien con su esposa Stacey (Kathryn Hahn) y su hijo (Russel Posner) está estancado en su trabajo y es consciente de que nadie lo pasa. Un día mirando la televisión tiene una disque genial idea y convence a todos los demás miembros del comité de que la única forma de que la fiesta de reencuentro sea un éxito es invitando a Oliver Lawless (James Marsden) quien aparentemente es un actor famoso pues sale en un comercial de televisión a nivel nacional y según Dan eran mejores amigos en los años del colegio y el mismo lo convencerá de venir a la reunión. Y así el imbécil de Dan
engaña a su jefe (Jeffrey Tambor) para ir en un viaje de negocios a Hollywood y se las juega llamando por teléfono a Oliver invitándolo a tomar unos tragos y así rogarle para que asista a la fiesta de reencuentro. Increíblemente Oliver acepta su invitación y Dan acude emocionado sin tomar en cuenta que sus propios actos cambiaran su vida para siempre.
 Los debutantes Jarrad Paul y Andrew Mogel escriben y dirigen esta especie de drama con toques de comedia que supongo yo intenta ser polémica y construir un retrato de una personalidad autodestructiva que no puede sobrevivir a sus propias frustraciones y errores pero con un pésimo resultado. Si bien en un principio los directores consiguen su objetivo que supongo es que detestes al protagonista con todas tus fuerzas y aquí Jack Black está en su elemento y lo hace genial pues su personaje es completamente despreciable, la película da una vuelta de tuerca a la media hora de metraje (que no le spoilereo a nadie para guardarles la desagradable o quizás hilarante sorpresa Uds. ya decidirán) que cambia por completo el sentido de la historia y que si consiguen tomarla con gracia hace que el resto de la película tenga momentos que puedan llegar a arrancarte varias carcajadas(dicho sea de paso hasta ese momento no me había reído ni una sola vez) pero que es donde comienza la debacle narrativa pues los personajes secundarios van quedando en un simple esquema ya que la historia se va por el camino previsible dejándolos de lado sin ahondar en los cuestiones morales que debería hacerse su protagonista con lo que se llega a una parte final que aunque dura y algo grotesca termina buscando la moraleja fácil para un Dan Landsman que en vez de la redención lo único que se merece es la cámara de gas por ser un completo idiota.
Decepciona también que se desaproveche a actores de la talla de Kathryn Hahn (actriz a la que me encantaría alguna vez ver por fin en un rol protagónico) y el experimentado Jeffrey Tambor limitando demasiado a sus personajes siendo James Mardsen el único que tiene chance para lucirse y acaparar toda la atención recreando con (demasiada) naturalidad a uno más de esa legión de perdedores atrapados por los excesos del sueño de conquistar la fama. En el caso de Jack Black por los puntos que toca la historia parece una oportunidad perfecta para que el actor demuestre un registro actoral más amplio pero el mismo guion es una trampa que no lo deja nunca mostrar otro rasgo de su personaje y toda la película está completamente insoportable nunca logra una empatía con el público y uno solamente se ríe porque recibe lo que merece.
 
“The D Train” falla al intentar abordar a manera de comedia un conflicto moral bastante serio pues nunca se mete de lleno en el problema y la verdad que la película daba como para algo realmente interesante. Creo que solo la recomendaría a los que tengan un humor bastante amplio y a los que quieran distraerse con una historia que no se complica e intenta de dejar algún mensaje. La única moraleja que yo pude encontrarle a la película es: “Si en algún momento la vida literalmente te rompe el culo, no hagas lo que Jack Black hace en este filme”

HARRYFOCKER LE DA 5/10

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