Kingsman: The Secret Service (2015)

Cuando era pequeño me encantaban las películas de espías de hecho recuerdo que un canal local me tuvo enganchado a su sintonía por varios fines de semana ya que programo todas las películas sobre el agente al servicio de su majestad. Claro que con el cambio de milenio el divertido y surrealista superagente, sus improbables gadgets y sus infartantes feminas fueron siendo dejados en el olvido para dar paso a los cerebrales e invencibles agentes del tipo Jason Bourne o al nuevo y oscuro agente 007 interpretado por Daniel Craig. A sido una grata y terrífica experiencia el ir a ver “Kingsman” y encontrarme con un estilo de cine que consideraba en el olvido
revivido por el director Matthew Vaughn (Kick Ass, X-Men: First Class) quien junto a la guionista Jane Goldman vuelven a adaptar un comic de Mark Millar (The Secret Service) para convertirlo en una gozadora historia que parodia/homenajea al cine de espías de una manera increíblemente fresca y original al mismo tiempo. 

En esta historia los “Kingsman” vienen a ser algo así como una elite de agentes espías al servicio de la humanidad, tras la repentina muerte del agente “Lancelot” como manda su tradición se encarga al resto de miembros el buscar un sucesor, así que Galahad/Harry Hart (Colin Firth) decide traer como postulante a Gary “Eggsy” Unwin(Taron Egerton) el conflictivo hijo adolescente de un ex-agente con el que Galahad tiene una gran deuda pendiente. Mientras “Eggsy” junto con otros ocho candidatos comienza a recibir su entrenamiento, por encargo de Arthur (Michael Caine) líder de los agentes trajeados, Galahad comenzara a averiguar de la muerte de Lancelot encontrando que el principal sospechoso es Richmond Valentine (Samuel L. Jackson) multimillonario de las telecomunicaciones que oculta un nefasto plan entre chips de dominar el mundo que incluye raptar celebridades (pero porque a Iggy Azaleia?) siempre secundado de su puntiaguda y letal guardaespaldas Gazelle(Sofia Boutella) 

Desde el arranque en los créditos iniciales en el que este grupo de agentes de la mesa redonda masacra a un grupo terrorista islámico a ritmo de la cancion Money for Nothing de Dire Straits el director deja en claro que lo de Kingsman es un humor bastante peculiar, bien sangriento y delirante pero sumamente divertido si consigues sintonizar con él y el director no escatimara recursos en hacer de esta aventura un disfrute y delirio total(planos secuencia coloridos, ritmo de videoclip, cámara girando 360°, banda sonora bien cañera, acción a ultra velocidad, persecuciones, etc.) sin dejar de lado la elegancia del acento británico y aprovecharse del talento de sus protagonistas, Colin Firth sorprende con su hasta ahora inédito talento para lanzar golpes y patadas así como el debutante Taron Egerton para hacer viable(y muy divertida) esa fusión entre agente contemporáneo y super espía con paraguas de Kevlar y encendedor explosivo.

Pero Vaughn no limita la historia a ser una sátira, Inclusive se toma la licencia (en una excelente secuencia entre Jackson y Firth) de parodiar y criticar el devenir del genero del cine de espías que en los últimos años se puso muy serio y conflictivo y dejo de lado su espíritu fantasioso y surreal. 

En mi opinión la película se me hizo demasiado larga con la parte del agente Merlin(Mark Strong) y el entrenamiento super-espia y deja de lado a personajes del potencial de los de Jackson y Caine por lo que cuando se revelan los maleficos planes estos no tienen el impacto suficiente y la película pierde fuerza, aunque claro que no puedo negar que la última secuencia es una bizarramente divertida locura total, de esas en que la adrenalina no para y en la que la villana Gazelle se vuelve un enemigo antológico y memorable.

“Kingsman” no deja de parodiar sin caer en la burla los cliches del cine de espías clásico (desde el Martini, hasta la recompensa por salvar a la humanidad) y aunque decae en el ritmo en su segunda mitad, me lo pase muy bien, tiene algunas vueltas de tuerca que recapturan la atención y no es cosa común que una secuencia supuestamente ultraviolenta y grotesca termine en una fiesta de fuegos artificiales arrancándote un mar de carcajadas. Claro los que no son fanáticos de este género y este tipo de películas y no son de darle chance a una película que se mantiene fiel a su delirante propuesta de principio a fin mejor abstenerse. El resto nos quedamos esperando a que filmen la secuela. SEEEEEEEEE! 

HARRYFOCKER LE DA 8/10