El asistente de cámara conversa un poco con el director, deciden reanudar la toma, hacen algunos gestos mientras que Dicky Eklund (Christian Bale) sigue balbuceando incoherencias y recordando una y otra vez que mando a la lona a Sugar Ray Leonard cuando se enfrentaron a mediados de los 80. El director de HBO luce satisfecho, prácticamente lo único que tiene que hacer es dejar encendida la cámara, sin necesidad de libreto alguno y con una naturalidad impresionante el consumido por el Crack Eklund, voltea su gorra hacia atrás, lanza golpes al aire, sonríe, atrae la atención de todo el vecindario, la adoración de su madre, el orgullo de Lowel, Massachussets, la gran promesa.Parado a su lado estorbando un poco a la cámara esta Micky Ward (Mark Whalberg) su hermanastro, librando a la sombra de Eklund su propia batalla para salir adelante.
David O. Rusell deja los guantes a sus peleadores y dirige con mucho oficio y sobriedad un filme complicado, que se desmarca de la clásica película sobre boxeo al dejar de lado el ring y centrarse en los problemas personales de sus protagonistas.
Micky Ward(Whalberg) es un boxeador a punto de renunciar a su sueño de volverse una estrella del boxeo y así poder hacerse de un mejor futuro, tiene la habilidad, tiene la fuerza y la resistencia, pero no tiene el apoyo de los que mas necesita. Su hermanastro y “Héroe”(Bale) no es mas que un pobre adicto al crack y delincuente de medio tiempo, que sin embargo goza del apoyo de su egoísta, dura madre(Melissa Leo) quien a pesar de ser su manager nunca se pone frente a los golpes cuando Micky mas la necesita. Micky buscara comenzar de nuevo con la ayuda de su novia Charlene (Amy Adams) quien con dureza y coraje, le dará la fuerza necesaria a Micky para reunir lo único que le hace falta para lograr el triunfo.
Es cierto, no se puede negar que después de las líneas de arriba uno supone que se trata de un melodrama familiar para televisión, pero O. Rusell, utilizando a ratos una cámara de documental logra un muy buen retrato del Massachussets de inicios de los 90 en plena efervescencia del “Crack” variante de droga que destruyo la economía norteamericana (y que le dio la bienvenida a la baratísima mano de obra latinoamericana) Pero la película da la pelea cuando se apoya en las imponentes interpretaciones de sus protagonistas, un Christian Bale que otra vez con 25 kilos menos(The machinist) se transforma por completo en Dicky Eklund un personaje francamente nauseabundo al punto que me resulto insoportable su presencia en pantalla, me llenaba de tanta rabia, me daba vergüenza verlo salirse con la suya. Sencillamente Bale es un actor fuera de serie, que aprovecha al 110% las posibilidades de su personaje al igual que Melissa Leo tan egoísta, tan miserable, tan equivocada, que por momentos pensaba que estaba viendo a la desgraciada de mi vecina. Amy Adams también le pone, crudeza y dureza a su personaje, tan sensual como perra (parafraseando al director no me malinterpreten) Personajes muy difíciles, llenos de ira, frustrados por su propia culpa, sin segundas oportunidades, resignados a la miseria y la monotonía de sus calles y que sin embargo lo son todo para Micky (Whalberg) quien necesita a su familia mas que a nada en el mundo para poder salir adelante.
La fuerza de sus interpretaciones (y a la postre principal atractivo de la película) es tal que se puede ver la misma rabia en la mirada de los actores durante la premiación de los Oscars.
La película al ser basada en hechos reales transita por un camino demasiado obvio y previsible y aunque O. Rusell le da una tratamiento correcto a las pocas peleas de box que tiene la película, del deporte de los guantes no veras casi nada mas, sin exagerar Micky solamente sale entrenando a conciencia en una secuencia de 30 segundos antes de su pelea final cuando apenas faltan 10 minutos para que termine la película. Por ahí es por donde más pierde la película, puesto que no te deja ver ese camino que a punta de golpes y sacrificio llevara a Micky Ward a la gloria.
En mi opinión “The fighter” es una película de personajes al limite, que forman parte de esa clase obrera norteamericana, que sale a dar la pelea para vivir día con día, cuya rabia y frustración, acompañada de ese escepticismo con el que miran la posibilidad de un futuro promisorio, de un salir del foso, los hace aparentar una dureza impenetrable, pero que en el fondo necesitan unos de otros para poder salir adelante. Solo que “The fighter” necesita de muchos mas elementos para poder ser una gran película y no quedar como un correcto drama de superación personal con ese previsible happy ending que a los americanos les gusta tanto. Esta película salta al cuadrilátero y da la pelea, pero no lanza los suficientes golpes como para ser la mejor película del 2010.HARRYFOCKER LE DA 7/10
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