Tenía mis dudas sobre la continuación de “The Raid: Redemption” y es que había disfrutado en demasía de la primera parte y me parecía muy difícil que aunque el director quintuplicara las dosis de violencia y gore la película pudiese superar lo logrado y es que dejo el listón muy alto, pero de todas formas me moría de ganas de verla, así que puse el disco en el reproductor, apague los celulares, me puse cómodo y luego de 20 minutos estaba completamente enganchado al filme (y eso que no había habido ni una sola secuencia de combate hasta ese momento) la verdad es que al final quede bastante sorprendido y con la adrenalina al tope peor que luego de tomarse un Four pack de Red Bull.
“Berandal” inicia algunas horas después del final de la primera parte en la que
el oficial Rama(Iko Uwais) movido por su sed justicia y venganza(y podría decirse también que contra su voluntad) acepta convertirse en un oficial encubierto en un operativo que busca atrapar a los líderes de las grandes mafias indonesias pero para poder ingresar a esta mafia sin problemas deberá cambiar de identidad e ir a prisión y una vez dentro de ella Yuda(su nueva identidad) tendrá que ganarse la confianza de Uco(Arifin Putra) hijo de Bangun(Tio Pakusadewo) líder de la mafia más poderosa de Yakarta y quien 02 años después lo hará ingresar al núcleo familiar criminal sin problemas sin que Yuda sepa que el resentido hijo de Bangun tiene otros planes para con su padre al mismo tiempo que Yuda se encontrara sometido por su doble identidad que pondrá en duda su ética y valores pues tendrá que tomar decisiones de las que dependerá su vida.
Si la gran queja de muchos fue que la primera entrega de “The Raid” carecía de un desarrollo de personajes y una historia que no tenía profundidad. Pues bien aquí Gareth Evans quien vuelve a hacerla de guionista, director y montajista y les cierra la boca a todos elaborando una historia no solamente más profunda, también llena de matices y buenos personajes que al mismo tiempo homenajea a grandes clásicos asiáticos del cine de acción (Infernal Affairs, Lady Snowblood, a los primeros filmes de John Woo, etc.) y que sorprende como decía en un inicio pues el filme tiene un comienzo pausado en el que la algo complicada historia comienza a deshilvanarse.
Hay una gran cantidad de personajes en el filme cuyos perfiles están mucho mejor desarrollados y aunque el fuerte del actor Iko Uwais son las secuencias de acción (este filme debería consagrarlo como estrella en el género) logra desenvolverse con soltura en los momentos dramáticos, aunque el que destaca mas es Arifin Putra cuyo personaje va dejando de lado al de Rama/Yuda tomando el protagonismo de la historia llevando a cabo un plan que tiene más de una sorprendente vuelta de tuerca y te deja en vilo entre secuencia y secuencia de acción. También hay que destacar el retorno del actor Yayan Ruhian con un personaje que carga con un interesante pasado y por supuesto a un variopinto trio de asesinos de los que más me agrado la asesina que usa dos martillos, me hizo recordar a la demente Go-Go Yubari de la película Kill Bill.
Claro que para los que esperaban que la segunda parte tuviera más acción, más violencia y fuese más brutal que su predecesora aunque se demora su tiempo en estallar por increíble que parezca logra superar lo mostrado en la primera parte, algunas secuencias son simplemente magistrales y se quedaran en tu retina por mucho tiempo como esa secuencia inicial en que Iko Uwais analiza la situación, se mentaliza y usa todos los recursos del “Penkac Silat”(arte marcial que se practica en Indonesia y en la que la base es el contra ataque) para enfrentarse a más de 30 personas en el reducido espacio de un baño en la prisión, o la sangrienta batalla en el patio de la prisión, pero hay que destacar de lejos la espectacular secuencia de combate al interior de un automóvil(es de esas que tienes que ver para creer) y la secuencia final en que Rama como si se tratase del ultimo Stage del Final Fight se enfrenta solo a una descomunal cantidad de criminales para terminar en un combate final al interior de una cocina contra el asesino de los cuchillos(Arhim Rhaman) que es inolvidable(todo un climax sangriento).Claro que las secuencias de acción son de una crudeza y brutalidad mucho mayor que en la primera, en este filme la cuota de violencia luce tan realista que es más que fijo que la película va a ser censurada PG-18 cuando menos.
Pero el director Gareth Evans no usa tanta violencia para ganar más espectadores(al contrario tanta crudeza espanto de las salas de cine a muchos, incluso se menciona a una persona que se desmayó durante el festival de cine de Sundance y muchos críticos que no soportaron tanta víscera y hueso roto y se retiraron de la sala) la extrema violencia se justifica en la desesperada acción de sus protagonistas en las que un trabajo magistral de cámaras con algunos ángulos casi imposibles nos lleva a no solo ser espectadores sino que nos introduce dentro del combate poniéndonos al frente al impacto de un golpe y hasta sentir que lo estamos dando, se nota que con un mayor presupuesto Evans ha tenido mas tiempo para elaborar unas aún más detalladas coreografías que supongo deben haber sido echas más de 20 veces y hay que preguntarle cuantas cámaras y dias le tomo filmar la secuencia del combate al interior del auto(como rayos hiciste eso compare) Y aunque muchos podrían reclamarle la falta de originalidad ya que al igual que Tarantino, Evans ha tomado secuencias de aquí y de allá e historias de muchos otros filmes, pero como un director que cree en su trabajo logra imponer su ritmo, ser contundente y dejar un sello propio que se da el lujo de elaborar una historia dividida en tres actos que tiene muchos matices, donde se pone a la ciudad de Yakarta en primer plano haciéndola también protagonista de la historia, hasta una muy bien elaborada historia de mafias y traiciones que tiene momentos épicos, personajes muy entretenidos y que no choca ni diluye la tensión y emoción de sus incomparables escenas de acción lo que hace ponerlo como uno de los directores a tomar muy en cuenta para el futuro.
Tomen en cuenta el presupuesto de este filme de 4.5 millones de dólares, presupuesto irrisorio al compararla con los 50 o 60 que cuesta un filme americano con un montón de mega estrellas al frente, si bien es cierto que por el renombre del casting esta podría recaudar muchismo pero no llegara ni por asomo a la calidad, ni a la contundencia de las dos primeras entregas de “The Raid”(lo siento por la nostálgica “Expendables “) hay muchos fanáticos que han proclamado a “The Raid” sobre todo por “Berandal” como “El padrino de las cintas de artes marciales” y lo cierto es que el comentario no tiene nada pero nada de descabellado ya que al igual que en la segunda parte de “The Godfather” esta película supera en muchos momentos a su predecesora y aunque yo prefiero la primera esta también me parece igual de buena y contundente.
Fanáticos del género no se la pierdan, les recomiendo a los que no han visto la primera que traten de verla antes (aunque esto no afecta demasiado la comprensión de la trama) y a los que ya la vieron que disfruten de “Berandal” y que luego quemen con ansias el tiempo que falta para la llegada de la tercera y última parte de “The Raid” que ya ha confirmado a Tony Jaa(el popular Ong Bak) entre los protagonistas. Es una cita impostergable.
HARRYFOCKER LE DA 9/10
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