miércoles, 6 de mayo de 2009

Perfume: The story of a murderer

El principal problema con el que tenía que luchar el alemán Tom Tykwer, es que el "Perfume" está en la categoría de libros inadaptables. El problema se acrecienta al ser el perfume un best seller traducido a mas de 20 idiomas(es asignatura obligatoria en colegios de Europa) lo que hace más complicado decir comentario alguno sin comparar la película con el libro, así que la única forma (bueno la más justa) es la de olvidar por un momento el libro y hablar de la terrible historia del terroríficamente entrañable Jean-Baptiste.

Narrada formidablemente por John Hurt (la voz en off) la película inicia con una frase inolvidable:
"En el siglo XVIII vivió en Francia uno de los hombres más geniales y abominables de una época en que no escasearon los hombres abominables y geniales”.

Como si de un increíble cuento fantástico se tratase, la voz en off poco a poco va contando la increíble vida de Jean-Baptiste Grenouille, un hombre dotado con una increíble habilidad que no deja huellas en el mundo de la historia pues su habilidad se desarrolla en el efímero mundo de los olores.

El gran acierto del alemán Tykwer y los otros dos co-guionistas al adaptar la novela de Patrick Suskind, ha sido que ante la imposibilidad de poder plasmar en la pantalla con extensos diálogos, complejas secuencias dramáticas o entrampadisimos plano-secuencia, la magia, el encanto, lo fascinante de la obra de Suskind, eligieron hacerlo todo visualmente. Desde el vestuario, la escenografía, la fotografía, la ambientación musical, todo es simplemente excelente, así vemos de manera ágil y deslumbrante la terrible infancia de Jean-Baptiste, como el mismo va descubriendo las esencias, los diferentes olores, como va perfeccionando su técnica y como cada vez se va sintiendo mas y mas desolado, más miserable al no poder convertir todas esas sensaciones, toda esa belleza y perfección que atraviesa sus fosas nasales no puede durar eternamente y como ese sentimiento de desolación que atormenta su alma, poco a poco se convertirá en una homicida obsesión por lograr la perfección, que Jean-Baptiste llevara a cabo con pasión, con ese esfuerzo, ese amor y devoción que uno tiene por su esfuerzo y trabajo de la manera más macabra posible y natural posible.

El sueño de Jean-Baptiste por crear el perfume perfecto, aquel que resuma todas las cosas que él siente, que el parecía, que lo hagan a uno mismo sentir con solo olerlo, que vuelve a la vida, que una sola gota de este perfume te transporte a un universo nuevo, lo llevara en un viaje sin retorno. Ver a Jean-Baptiste asesinando es como mirar un hermoso retrato, cada víctima ha sido montada de manera perfecta, creándote un sentimiento de sublime admiración por lo macabro, por el morbo, te quedas admirando a las víctimas como si estuvieras viendo una obra de arte.
Otra cosa digna de admiración es el trabajo de Ben Wishaw, Jean-Baptiste es tan despreciable, tan miserable, tan enfermizo y fascinante como ninguno, su trabajo es impecable, tan retorcido que puede producirte asco (aunque claro este sentimiento puede llevarte a pensar equivocadamente que su actuación es muy mala) gracias al trabajo de Wishaw, Jean-Baptiste es simplemente inolvidable. Quien también luce (y no queda tan mal) es la voz en off de John Hurt, la voz del inolvidable “Storyteller” (conocido en el Perú como el “Narrador de cuentos”), quien de manera más que eficiente, va narrando los sucesos de la vida de nuestro querido abominable personaje. El resto del casting es inmenso, desfilan con rapidez por la película, Dustin Hoffman, Alan Rickman, Reg Wilson, un sin fin de hermosas mujeres (me quedo con Rachel Hurd-Wood) y muchos otros actores más quienes ponen su granito de arena en la película.

Entonces: ¿Si la película es tan hermosa visualmente, si tiene tan buen casting, si tiene una historia con todos los ingredientes necesarios para ser un clásico o de culto, porque no lo es?

Perfume: The history of a murderer, no es una película de fácil visionado, tiene mucha simbología, mucha profundidad mucha belleza visual, lo hace a uno reflexionar, fascinarse, asquearse, sentir; cosa que al común del público no le gusta hacer, muchos solo quieren comprar sus palomitas, pasar el rato, gritar ARU, mojarse cuando sale Optimus prime gritando autobots: roll out, ir corriendo a su sala favorita a ver la ultimita de Vin diesel, pero cuando tienen que sentir, reflexionar y esas cosas buscan la primera excusa para sepultar a una película que los hace pensar de manera diferente. Y es en esa excusa donde está el gran, pero grannnnn error de Tom Tykwer, la secuencia de la mega-orgia y sobre todo en la secuencia final, que aunque en el libro si sucedan, lo único que consiguen es confundirte, dejarte en el aire, levantarte y decirte:¿para esta porquería de final me sople dos horas y media de película?. Y es que ese es el problema de dejarle el peso de la película a las secuencias visuales(el mismo error de la sobrevalorada “Mas allá de los sueños”), si bien en más de una hora y media de metraje, uno no hace más que admirarse y apasionarse, la hora restante transcurre en el aire, las imágenes ya no te llenan, te causan risa, te dejan en el aire, la falta de peso en la historia(y el no haber leído el libro) te dejan descontento y es que para ese momento del filme, uno ya debería estar completamente familiarizado con lo que en realidad busca Jean-Baptiste, debería sentirse parte de su búsqueda, la película te hace pensar(tontamente)que el perfume de Jean-Baptiste, lo que hace es que te rindas a sus pies y él se haga dueño del mundo, cuando en realidad, Jean-Baptiste lo que quiere es un perfume que te lleve al estado más sublime, al éxtasis, a ese momento justo en que quizás sentiste que eras la persona mas feliz del mundo o que todo era perfecto, perdonen la absurda comparación pero la secuencia de “ratatouille” en que el crítico de comida come el plato del ratón y siente de manera inmediata como el sabor lo devuelve al recuerdo de un sentimiento sublime, es mucho más lograda que las dos secuencias finales de “Perfume”. Por ese error, la que termina pagando es la película en su conjunto, a partir de la falta de argumento uno puede citar a la película de efectista, de ser una caja visual sin cerebro, de limitada (basta darse una vuelta por internet pa confirmar) es una lástima ver como 25 minutos de inexplicables imágenes, tiran por los suelos 100 minutos de abominable belleza visual. De todas maneras “Perfume” es una pelicula que tiene mucho que ofrecer y no puede ser dejada de lado. Quien sabe y en un futuro no muy lejano la película es reivindicada por sus fanáticos, quienes son los únicos que podrán convertirla en película de culto.

HARRYFOCKER LE DA: 6.5/10

2 comentarios:

  1. En realidad me gusto mucho esa pelicula, pero tienes razón en decir que las dos ultimas secuencias te dejan como perdido en la historia. Pero aún así yo le daba un poquito mas que un 6.5.

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  2. si no le doy un 7 o 7.5 es porke me molesta esa excusa ke te da la pelicula misma para descalificarla, y bueno los errores se tienen que pagar

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