domingo, 22 de marzo de 2009

La Vie en Rose


“La mome”, es el titulo original, de este biopic escrito y dirigido por el francés Olivier Dahan, este filme intenta contar a manera de constantes saltos en el tiempo, la para nada alegre vida de Edith Piaf, cuya portentosa y melancólica voz, puede hacer que un sentimiento de nostalgia y tristeza te invada y llene tus ojos de lagrimas en cuestión de segundos. Una voz hermosa y poderosa y una vida muy triste y sufrida, dos marcadas diferencias, que Dahan intentara mostrar, de manera algo desordenada y demasiado melodramática.

En si, hacer un Biopic, sobre un personaje cuya vida personal es completamente desconocida para un peruano común y corriente como yo, o para cualquiera que no tenga ni la menor idea de cómo era la vida de Edith Giovanna Gassion (es que no había Magali TV en los años cuarenta lamentablemente ¿o mas bien será gracias a dios?), tras ver una película como esta, lo que va a hacer es crearte una opinión de la cantante, ya sea buena o mala y en gran parte como calificar el resultado de la película, dependerá muchísimo de la empatia o rechazo que llegues a tener del personaje al final de la misma. En este caso la situación se acentúa mas, cuando se trata de un personaje que a pesar de su hermosa voz y su entrega en el escenario, no tuvo una vida con la que uno podría “enternecerse” o agarrarle cariño al personaje principal por decirlo así. Esa situación se sucede en muchos otros biopics, como en el caso de “Ray”, que era un reverendo hijo de las mil p$%&, alcohólico, drogadicto una persona algo despreciable, pero que no se puede negar cantaba y componía como ninguno ¿Pero que es eso que lo hacia componer como así?, ¿de donde es que sacaba esa fuerza y ese carácter?, ¿que lo impulsaba a seguir cantando, si llevaba una vida miserable? Son esas dudas sin responder las que hicieron de “Ray” y muchas otros Biopics, películas algo vacías y confusas, en las que el verdadero atractivo esta en la interpretación, como fue el caso de Jamie Foxx, de magnifica actuación y que en el caso de la “Vie en rose”, vuelve a repetirse.

Aparte de lo poco que puede llegar a agradarte una cantante que dedico gran parte de su vida a los excesos, a la mala vida, que para remate debe gran parte de su talento a su descubridor, que “literalmente” tuvo que agarrarla a golpes para que Edith pudiera aprender dominio escénico, dicción y pudiera explotar esa hermosa voz que tenia, Olivier Dahan, tuvo la dizque brillante idea de hacer que la película salte constantemente, de la infancia a la vejez, de la adolescencia a sus últimos días, unos saltos temporales sin previo aviso, que confunden y entorpecen muchísimo el ritmo de la película y en estos saltos temporales tiende muchísimo al melodrama. Ver la “Vie en Rose”, sin que se te humedezcan los ojos es casi imposible, ya sea por la hermosa banda sonora o por las dramáticas secuencias que se suceden una tras otra, por momentos pareciera que la intención de Dahan es demostrar que Edith Piaf nunca fue una buena persona (¿es que la pobre Edith nunca tuvo un minuto de felicidad?) y bueno a lo que me refería antes es, que si sufría tanto la pobre de donde es pues que sacaba esa fuerza para cantar, porque eso de que me debo al publico y blablabla, no es una explicación del todo convincente. Otra cosa que no ayuda nada, son los personajes secundarios que parecen fantasmas o sombras que deambulan alrededor del personaje de Edith sin aportar casi nada.

Entonces ¿que es lo que hace que “La Vie en Rose” sea una buena película?, sin lugar a dudas la película le debe en gran parte su éxito a la magnifica interpretación tanto histrionica, como fisica de Marion Cotillard, su actuación es impresionante y ni hablar del espectacular trabajo de maquillaje al que se sometió la actriz para dar vida tanto a una Edith en sus momentos de máximo esplendor, como a una agonizante Edith en sus últimos momentos, es en su actuación donde recae todo el peso del filme y lo que te ayuda a continuar viendo el filme de manera apasionada, verla salir a interpretar “La vie en rose” o “Je ne regrette rien” en uno de los mejores momentos del filme, es mas que suficiente. Su trabajo es simplemente magnifico y todos los premios que recibió ella, tanto como la autora del espectacular maquillaje son bien merecidos. La perfecta caracterización de Cotillard, junto con las hermosísimas canciones de Edith Piaf, es motivo más que suficiente para ver esta película. De lo demas... ¿que se podía esperar del director de “Los ríos de color púrpura 2”?

HARRYFOCKER LE DA 7/10

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