lunes, 12 de mayo de 2014

Septimo

Co-producción Argentino-Española del 2013 dirigida (y coescrita) por el Catalán Patxi Amezcua en la que todo tiene muy buena pinta pues se trata de un thriller de suspenso protagonizado por el gran actor argentino Ricardo Darin en el que se pone en la piel de él no tan honesto abogado Sebastián Roberti quien como todas las mañanas va a recoger a sus dos pequeños hijos para llevarlos al colegio al departamento de su ya casi ex-esposa Delia(interpretada por la actriz española Belén Rueda) ubicado en el séptimo piso de un céntrico edificio en la ciudad de Buenos Aires. Sebastián y sus pequeños tienen un particular juego: siempre apuestan a quien llega primero al primer piso, el bajando por el ascensor y ellos por las escaleras, un juego que por supuesto a su madre le molesta mucho y desobedeciéndola vuelven a jugar una vez más. Pero esta vez cuando Sebastián
llega al primer piso se da con la sorpresa de que sus hijos no están por ningún lado, sale a la calle a buscarlos, corre hacia las escaleras, comienza a gritar sus nombres, los hermanos han desaparecido.

Lo primero que me llamo la atención del trabajo de dirección de Amezcua fue que mientras avanzaba la película se desaprovechaba todo lo claustrofóbico que puede resultar el edificio donde el personaje de Darin comienza la frenética búsqueda de sus pequeños, si bien en un principio lo vemos al pobre subiendo y bajando gradas como loco, no están esos planos de cámara que te muestran interminables escaleras y oscuros pasillos sin fin de puertas cerradas(quizá sea un cliché visto en muchas otras películas hasta el cansancio, pero para este escenario se hacía más que necesario)con lo que se perdía una muy buena cuota de suspenso, pero lo desaprovechado no se quedaba solo ahí y en vez de usar en beneficio del suspenso del filme tanto a los habitantes del edificio, como a los rincones del mismo el guion se va por las hipótesis y el tira y afloja, en menos de treinta minutos de metraje tendremos hasta seis posibles sospechosos y/o razones de porque desaparecieron los pequeños y la búsqueda implacable perderá su brújula pues conforme avanza el relato las hipótesis van quedando en el aire y los sospechosos se desdibujan(cada cual de peor forma) y aunque aún con todo eso la historia no pierde su interés es la conclusión del filme la que será lo más que decepcionante para cualquiera que con algo de tino se haya dado cuenta de un séptimo sospechoso y lo haya descartado por considerarlo absurdo e improbable(ya me ha pasado antes, pero me dije que va ser no creo que el guion sea tan malo).
 Amezcua tampoco lo hace bien con el trabajo de actores, los hijos de la familia están más sobreactuados que en comercial de papel higiénico y los demás personajes solo aparecen unos minutos para distraer al espectador, de igual forma está el papel de Belen Rueda(a quien mis amigos deben recordar por su “Un, dos, tres, toca la pared” de la película el Orfanato) a quien no se sabe si el director quiere hacer pasar desapercibida o de perfil bajo o de plano alguna cirugía plástica le dejo el rostro tan estático que ni una mueca de sufrimiento logra hacer en los minutos más tensos del filme.
Es cierto que todo el peso de la historia recae en la actuación de Ricardo Darin y es innegable para cualquier fanático de su trabajo que es un actor entregado a sus personajes y que en sus interpretaciones da lo mejor de sí y esta película no es la excepción aun cuando esta vez le haya tocado sudar la gota gorda y subir y bajar escaleras como un desquiciado (-que buen Cardio Ricardo- dicho sea de paso), pero hay momentos en que se le nota al actor algo fastidiado con el personaje.
Si tuviera que hacer un corto resumen de “Septimo” diría que es un muy buen producto de marketing a la americana, una premisa que engancha, un gran actor como Ricardo Darin para atraer a la gente a las salas de cine y la verdad es que la historia cumple con mantener el interés del espectador durante su metraje, pero la película juega con nuestro interés, el estilo de filmación es demasiado convencional y simple cosa que no se entiende con la gran cantidad de recursos de bajo costo que hay en estos días, por ejemplo una cámara en mano persiguiendo a Darin hubiera sido un gran añadido en vez del plano de 360 grados a la Michael Bay del actor, se desaprovechan por completo la locación, al resto de actores secundarios y dejar tantas cosas en el aire solo tiene una explicación: el objetivo del guion es distraer y engañar al espectador con el único fin de que la historia llegue a sus 90 minutos y lograr una buena recaudación en un film para consumir y olvidar rápidamente.

Una lástima pues con un poco más de oficio y trabajo la historia hubiese dado para más, es más que un hecho que sin el nombre de Darin en los afiches, este filme no lo vería casi nadie. Aunque bueno ese es el problema de siempre cuando uno se crea una expectativa…casi siempre se da de cara contra el suelo.

HARRYFOCKER LE DA 5.5/10

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