domingo, 9 de febrero de 2014

Traiganme la cabeza de la mujer Metralleta

 

Diría que desconozco por completo la carrera como cineasta de Ernesto Diaz Espinoza si no fuera por ese insano fanatismo por las películas de artes marciales (inefable y adorado genero venido a menos cada vez más con el paso de los años) durante el visionado de uno de esos tantos filmes donde los golpes y las patadas son lo único que importa, fue que vi el trabajo del actor Chileno Marko Zaror(Undisputed 3) lo que me termino llevando a “Kiltro” impecable cinta de acción “made in Chile” en la que Zaror es el protagonista y que me dejo una opinión más que positiva sobre el trabajo de Diaz Espinoza, director que saca provecho de todas las influencias de los directores del cine contemporáneo(desde Russ Meyer hasta Scorsese) para crear un cine hibrido que a falta de recursos económicos tiene mucho de género y al mismo tiempo utiliza los códigos comunicativos de las nuevas generaciones(estética de video musical, secuencias al calco de juegos de video, violencia como entretenimiento, etc. )
“Tráiganme la cabeza de la mujer metralleta” supone la propuesta más arriesgada de Diaz Espinoza, una especie de tributo al cine “X-plotation” de finales de los setenta, y los videojuegos metidos dentro de una coctelera sudamericana, bueno chilena para ser más exactos.
 
En esta cinta el villano es Che Longana, criminal argentino quien obsesionado con su ex-novia “La Mujer metralleta” (Fernanda Urrejola) una hermosa y terrible sicópata asesina, decide ponerle un altísimo precio a su cabeza y manda a los mejores asesinos del medio a por ella. Por esas casualidades de la vida el bueno para nada del DJ de la tangueria del Che (Matias Oviedo) termina enredándose en el lio y antes de terminar con una bala en el medio de la frente termina ofreciéndose voluntariamente a traer a la Mujer Metralleta ante el Che Longa viva o muerta. La película se toma muchos elementos de los videojuegos para hacer más disparatado su relato, así tenemos al torpe protagonista quien emprenderá la búsqueda como si fuera un personaje de la última entrega de la saga Grand Theft Auto (GTA) manejando su destartalado auto por la ciudad y completando misiones para poder pasar al siguiente nivel, enfrentándose en cada nivel a un Asesino diferente que al aparecer viene con la leyenda del precio por su cabeza(muy divertido por cierto) las secuencias de acción cumplen y el apartado sangriento al usar estética de cine serie “B” es bastante divertido también. Las actuaciones están de acuerdo a la temática de la película (recontra ridículas). La temible asesina interpretada por Fernanda Urrejola es por derecho la abanderara de esta especie de “Latin-xploitation” esta actriz mexicana es un verdadero descomunal cuerpo del delito, tan sensual como irresistible y razón fundamental y valedera como justificar el visionado del filme.
 
La película tiene muchos méritos ya sea por ser sudamericana y explotar tan bien los códigos del género, como para rendir tributo al cine serie “B” y al “Xploitation”, creo yo que los principales escollos del filme son el inentendible acento chileno (que me disculpen los muchachos del vecino país que ahora tienen menos mar si se lo ven en línea recta) pero si no usas subtítulos o le subes el volumen al máximo hay tramos de la historia en los que no se entiende nada de nada. Lo otro es que a la película le falta ritmo, hay demasiados vacíos entre las secuencias de acción y la historia se va desarrollando de manera muy cortada, no esperaba un ritmo acelerado tipo película de Guy Ritchie o la mismísima “Crank” pero una historia con tantos elementos y tanto disparate lo ameritaba.
 
La película es bastante entretenida y más que disfrutable para los nostálgicos fanáticos del género (y para los nuevos lúbricos fans de Fernanda Urrejola), en realidad la película no es una cosa increíble o fuera de serie, lo que más me ha llamado la atención es el trabajo del director quien ha impuesto su peculiar estilo y que con su estética busca explotar géneros cinematográficos casi desérticos en el ámbito sudamericano (¿de aquí a cuando vez una película de artes marciales latina? O ¿serie “B” sudaca?) De una manera más que correcta, con un estilo visual más que aceptable, una banda sonora cumplidora (que en este caso usa melodías de juegos de Atari-detalle muy divertido también-) y que por lo tanto genera audiencias y lleva al público a las salas de cine sin demasiado esfuerzo.
 
Lo que me lleva preguntarme si alguna vez el cine peruano se dejara de poner desnudos en pantalla, dejara de lado los malísimos guiones de los últimos 20 años y conseguirá volver a llenar las salas de cine con una película que no diga Carlos Alcántara en el afiche.
 
HARRYFOCKER LE DA 6/10

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