miércoles, 18 de mayo de 2011

The Way Back

Vivir libre o morir sintiéndolo

¿Cuanto tiempo calculas te tomaría caminar 6500 kilómetros a pie? Con el equipamiento adecuado ¿un año, tal vez un poco menos? Pongámoslo un poco más difícil, 6500 kilómetros atravesando la región del Irkutsk, el desierto de Gobi, el Tíbet, Los Himalaya, hasta llegar a la India. ¿Complicado? Dificultemos aun mas las cosas. Es el año 1941 eres prisionero en un campo de concentración soviético(Gulag) en Siberia sobrevives con un pan seco, una papa congelada y una taza de agua diaria, haces trabajos forzados para poder comer esa miseria, soportas como puedes temperaturas de hasta -30° C y tu esperanza de vida no es mayor a 3 años(si es que el tifus no te mata primero por supuesto) Atravesar una tormenta de nieve, evadir a las fuerzas soviéticas, sobrevivir al mortal frio, conseguir agua y comida para poder seguir adelante y ni siquiera hemos llegado a 100 kilómetros de trayecto. ¿Morir preso en un gulag o huir en busca de la libertad? 6500 kilómetros...

“The way back” es la ultima película del siempre interesante director Peter Weir(The Truman Show, Dead Poets Society) Quien tiene la mala costumbre de tomarse una algo larga pausa entre proyectos cinematográficos (ya han pasado 7 años desde “Master & Commander”) Esta nueva historia de Weir esta basada en el polémico libro *“The long k: A true Story of a trek to freedom” del polaco Slamovir Rawicz, una especie de diario en el que Rawicz relata la fuga del gulag en Siberia realizada por el y otros 6 prisioneros, con los que en busca de la libertad luego atravesaría hasta los montes Himalaya para finalmente llegar a la India.Weir con la ayuda de la National Geographic a construido un alegato a la lucha por la libertad que se apoya en un muy buen grupo de actores que consigue sobrevivir a la naturaleza misma, que no consigue comérselos vivos en cada uno de los impresionantes planos en que es mostrada con maestria por el propio Weir.Un muy convincente Jim Sturgess, da vida a un Rawicz muy decidido a ser libre, tanto que parece más un loco que otra cosa. Acompañándolo en primera fila en su imposible fuga están Ed Harris quien interpreta a un prisionero americano y un extraño Colín Farrell quien interpreta a un criminal de muy divertido acento ruso. Los demás actores secundarios muestran un muy duro e interesante trabajo, logran transmitir el sufrimiento, la desolación, la desesperanza en que los sume el a cada kilometro mas imposible trayecto. Los protagonistas se van transformando, van adelgazando, perdiendo la fe, la fuerza, se les va ampollando la piel, se les acaba la vida, deambulan por la tierra con una cámara que nunca deja de ponerlos en un mismo plano con la imponente naturaleza, con el demencial frio, el inclemente y aniquilador sol, semanas sin comer, sin tomar sorbo de agua, se llega a un punto en que caer en el suelo y dejarse morir podría considerarse como un justo premio luego de tan monstruoso recorrido.Con sus casi 130 minutos de duración “Camino a la libertad” no flojea ni pierde interés, ni deja su intención de ser un grito de libertad de lado ni por un minuto. Pero es su falta de melodrama o de personajes mas empaticos(no basta con ver sus magullados y quemados rostros) lo que hace que el espectador se fatigue durante todo el relato. Al parecer Peter Weir se a tomado un descanso demasiado largo, desaprovecha demasiado la secuencia de los prisioneros en el gulag(me hubiese gustado ver mas del genial Mark Strong quien hace un papel brillante en los pocos minutos que aparece) la parte del escape inicial es un “ya nos fuimos, no nos sigan” y salvo el prisionero interpretado por Colin Farrell(que para colmo de males no llega ni a la mitad del metraje)el grupo de prisioneros que se fugan con Rawicz parece un grupo de postulantes a monje budista, a estos muchachos no les preocupa nada, no sufren de nada, no sueñan con nada, no se pelean con nadie, no los motiva nada, no cuestionan casi nada, no hablan nada, solo caminan y caminan siguiendo a un cada vez mas obsesionado Rawicz quien en muchos momentos del filme parece estar llevándolos a la peor de las muertes. Los personajes sobrevivientes llegan al último tramo del filme algo desdibujados (llenos de ampollas eso sí) y salvo el personaje de Rawicz no se llega a transmitir esa sensación de introspección, de búsqueda espiritual en ningún otro personaje, además pareciera que Weir sellara el filme de manera apresurada como si en el cuarto de edición el productor le hubiera obligado a quitar 20 minutos de metraje dejando un final resultón demasiado sentimental para mi gusto.
Salvo en la durísima y sufridísima parte del desierto Peter Weir tampoco opta mucho por darle protagonismo a la naturaleza, con todo lo bien filmada que esta, hay momentos en que el grupo pasa por ahí sin mas ni mas(poquito mas y pasan silbando ai-jo ai-jo) Con todo y sus fallos Weir igual consigue transmitir a medio camino entre la ficción y la realidad esa capacidad del ser humano de retar hasta lo imposible, de sacrificarse al extremo, caminar con la muerte al lado echándote una mano para que no des otro paso más, de luchar contra todas las adversidades y salir victorioso en busca de la libertad.

HARRYFOCKER LE DA 6.5/10


*Olvidaba mencionar que tras la muerte de Slawomir Rawicz se público un informe en el 2006 en el que se daba a conocer que Rawicz nunca se había escapado de la prisión en Siberia sino que según los records soviéticos fue liberado en 1942 como parte de una amnistía al pueblo polaco y fue trasladado a Irán por lo que su viaje a la India nunca ocurrió. Al parecer fue una historia que Rawicz escucho en Irán sobre el escape de otro prisionero y de la que saco provecho.

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