sábado, 1 de septiembre de 2018

How to Talk to Girls at Parties (2017)

Hacía mucho, bastante, demasiado tiempo que no me sentaba a escribir una review y aunque me siento oxidado, lento y sin ideas aprovecharemos el reciente y la verdad impensado estreno de este peculiar filme en la ciudad blanca para darle a las teclas y liberar la mente de tanta idea sin explotar y tanto pensamiento onírico y lúdico truncado un rato (ummm, eso sí que sonó raro)

“How to talk to girls at parties” es un ambicioso y aparentemente transgresor filme en clave de comedia romántica de ciencia ficción que está basado en una popular historieta corta del mismo título escrito por Neil Gaiman y cuya adaptación a la pantalla grande estuvo a cargo en el guion y la dirección por John Cameron Mitchell, quien como director es bastante más conocido por “Hedwig and The angry inch” y “Shortbus” ambas consideradas películas de culto, a mí me encanto “Hedwig”, es una de esas películas
frikis que narra la historia de una banda de rock alemana cuyo cantante es un homosexual que ha sobrevivido a una pésima operación de cambio de sexo y va contando su trágica historia mientras la banda va apoderándose del escenario(el soundtrack es excelente) “Shortbus” es más un relato erótico con bastante contenido subidaso de tono(por no decir casi porno) sobre la búsqueda del amor y el sexo. 

En “How to talk…” estamos Londres en medio de los años setenta, época en que la escena musical punk londinense estaba en un punto altísimo(Sex pistols, Ramones, The Clash, Patti Smith, Stooges, etc.) el protagonista es Enn(Alex Sharp) un inocente adolescente con espíritu punk y anarquista al mil por ciento al que le encanta hablar de libertad, libre albedrio, mandar al diablo a las autoridades e ilustrar sus ideas en divertidas tiras cómicas que publica en un fanzine que nadie lee. 
Enn tiene a sus dos secuaces Vic (Aj Lewis) y John (Ethan Lawrence) con quienes sale a destruir el orden establecido y a gritar que son libres, no sin antes pedirle a su mama prestado un dinerito para las cervezas. En una de sus odiseas nocturnas terminan colándose en una extraña fiesta conceptual psicodélica(o bueno eso parece en el principio) llena de guapas y frías mujeres con extraños atuendos, el alocado protagonista terminara enamorándose locamente de Zan (Elle Fanning) quien extrañada por la presencia del revolucionario muchacho se ira junto con él a conocer el mundo exterior pues la muchacha nunca había salido de su casa ya que los mayores se lo tienen prohibido ya que solo son un grupo tranquilo de extraterrestres que están de pasadita nomas y pronto se irán de la tierra.
Como decía el filme de Cameron Mitchell es ambicioso porque al principio aparenta ser un relato irreverente, enérgico, sobre la adolescencia, la libertad de soñar, de elegir y mandarlo al diablo todo, plagado de música punk y encima mezclado con habitantes de otros planetas de extrañas intenciones  pero que conforme va avanzando se vuelve un relato confuso, a ratos demasiado bizarro y en el que la música punk(y lo que me atrajo al filme) va desapareciendo hasta desvanecerse y que tampoco llega a funcionar del todo como comedia romántica, no porque los protagonistas no lo intenten, pero se van sucediendo situaciones en las que a ratos no tenía ni la menor idea de que estaba pasando y a ratos también pasaban cosas demasiado grotescas que me terminaban sacando de cuadro.
Creo que a la película mejor le va cuando se pone del lado del punk sobre todo con la inclasificable aunque demasiado corta participación de Nicole Kidman en el rol de una vieja protectora de la decadencia punk(al principio yo pensaba que era un clon de David Bowie, me costó un poco reconocerla) y los protagonistas congenian más cuando corren y ríen libremente (sobre todo en el genial y bastante bien logrado momento musical) que cuando se ven absorbidos por la bizarra historia de marcianos que se esfuerza por ser grotesca y complicada( y eso que no estoy hablando de su vestuario) y en la que tampoco salvo contada excepción funciona el humor negro. Supongo que lo que el director intenta es ponerlo como una historia de amor agridulce en medio de un radical choque de muchas culturas (muchas, porque habían sido varios tipos de razas de marcianos las que vivían en la casa) que no tienen ni tendrán nada en común pero que viven más resignadas a aceptar su destino que a arriesgarse e ir contra el orden establecido, pero para llegar a ese mensaje final hay que pasar por 100 minutos de marcianos caníbales fanáticos de lady gaga y del fisting. Muy verraco compare, muy verraco. 
No digo tampoco que la película sea una decepción, seguramente por su extraña estética y el mensaje revolucionario punk flotando en el aire la película se vuelva de culto en algunos años, pero a mí me parece que se queda a medias porque lo que propone inicialmente va desapareciendo y no consigue ser ni transgresora ni narrar una peculiar historia romántica difícil de olvidar, yo solo recomendaría verla con una mente bastante abierta y no hacerse ilusiones con el tráiler pues si te emociono la música y la propuesta punk esa emoción solo va durar los primeros veinte minutos del filme. 

HARRYFOCKER LE DA 5/10

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