lunes, 11 de enero de 2010

Il Divo

Amanece en Roma y mientras todo el mundo duerme, un hombre está despierto. Ese hombre es Giulio Andreotti (Toni Servillo). Está despierto porque tiene que trabajar, escribir libros, moverse en los círculos de moda, para rezar o quizás para no pensar en sus interminables dolores de cabeza de siempre. Tranquilo, astuto e inescrutable, hace más de cuarenta años que Andreotti es sinónimo de poder en Italia. A principios de los años noventa, este hombre impasible pero sugerente, ambiguo pero tranquilizador, está preparado para asumir su séptimo mandato de Primer Ministro sin arrogancia y sin humildad. Andreotti se acerca a los setenta años y es un gerontócrata al que, con todos los atributos de Dios, no le da miedo nadie y no conoce el significado de intimidación, ya que está acostumbrado a verla en las caras de todos sus interlocutores. Su satisfacción es opaca, impalpable. Para él, la satisfacción es poder, con el que mantiene una relación simbiótica. El poder como a él le gusta. Inquebrantable e inmutable, desde el principio. Emerge indemne de todo: de las batallas electorales, de las masacres terroristas, de las acusaciones calumniosas. Nada de esto le toca, nada le cambia. Hasta que la Mafia, el contrapoder más poderoso de Italia, le declaró la guerra. Entonces las cosas cambiaron. Incluso para el enigmático, el inmortal Andreotti. Pero la cuestión es la siguiente: ¿cambian de verdad o sólo en apariencia? Estamos seguros de una cosa: es difícil empañar la figura de Andreotti, el hombre que sabe de qué va el mundo mucho mejor que cualquiera de nosotros.

Ganadora del premio del gran jurado en el Festival de Cannes del 2008 y de muchos otros premios más, “Il. Divo” escrita y dirigida por Paolo Sorrentino es una película que tiene la difícil tarea de retratar el ambiente político italiano de los últimos 40 años en tan solo 110 minutos de metraje, mas difícil aun es tener que elaborar un convincente retrato del controvertido y poderoso Andreotti, persona que durante 40 años fue primer ministro italiano ( 7 reelecciones) un hombre de increíble poder, inamovible como una inmensa montaña, papel que es representado casi a la perfección por Toni Servillo, una actuación mas que impresionante, desde los gestos, hasta su lenta y pausada forma de caminar, lo hacen ver como un ser que se sabe todopoderoso e invencible, escucharlo reflexionar: "Me pronosticaban el final y yo lo superaba", "los curas votan, Dios no", "hay que perpetuar el mal para mantener el bien", "los árboles para crecer necesitan estiércol", hasta en los peores momentos de Andreotti, cuando enfrenta su juicio por presunta alianza con la mafia, siempre se muestra duro y confiado de que va a vencer. Servillo es una de las grandes razones del éxito de esta película.La otra es el buen trabajo de Sorrentino, quien con una cámara lenta y pausada sigue el devenir de Andreotti y lo acompaña en su deambular por las vacías paredes oscuras de “la casa de gobierno”, las sombras y la oscuridad siempre acompañan a Andreotti, aun cuando está en la iglesia rezando y reflexionando, todo siempre es sombrío. Otro gran merito está en la banda sonora, Sorrentino se ha preocupado en mezclar sus precisas imágenes junto con una música que acompaña a la perfección cada momento del filme, también está el algo sarcástico guion, que siempre juega en favor del prevalecer de Andreotti a pesar de todas las acusaciones que recibe, la narración de la película también es milimétrica, a ratos lenta a ratos rápida, mezclando secuencias estilo biopic, con el estilo de Tarantino(eso se puede apreciar en el juicio y en la secuencia en que arriban a palacio todos los políticos del circulo de Andreotti).Ahora el gran problema de “Il Divo” está en que si uno no tiene ni la menor idea de cómo es el sistema político italiano o conoce su actualidad política y social (que es mi caso, porque yo de Italia solo conozco al AC Milán y a don Corleone) la película por momentos es incompresible(coas que no pasaba con mi padre que se hallaba fascinado mirando la película, mientras yo me iba durmiendo) y eso sucede a pesar de que Sorrentino se esfuerza bastante para mostrar las esferas políticas italianas, la opulencia de los senadores, los palacios en que viven, su lucha por botar a Andreotti del poder, su despilfarro, su conchudes, un congresista peruano luce patético y miserable al lado de estos millonarios monstruos, aquí la prensa los crucifica y los quiere linchar por robarse 25 mil dólares cuando por allá en Italia, ellos roban millones y millones de euros y se mandan a hacer una pequeña fiestita de mas de cien mil euritos llena de mujeres y polvo blanco para celebrar la reelección de su querido y “necesario” Andreotti.La complejidad que tiene la trama en algunos de sus tramos se te hace confusa, se suceden uno tras otro personajes de los que uno no tiene ni idea de quienes son, la película se hace larga y puede llegar a aburrirte.La única forma de poder apreciar la película es dándole una leidita a la política en Italia en los últimos 40 años en especial a la convulsa época de Andreotti , una vez que uno se haya familiarizado un poco con el tema podrá apreciar en toda su dimensión al monstruo que era Andreotti, (todo un Nosferatu) y se horrorice con el poder que una persona puede alcanzar, que el mismo poder te haga ver al mal como algo necesario y natural(como el mismo dice: “son los horrores del poder para la tranquilidad del gobierno”) y en como sale ileso e incolume a todas las acusaciones que recibe(asesinato, corrupción, tratos con la mafia y un largo etcetera). Pero eso si tienen que leerse alguito al menos, sino van a terminar tan perdidos y aburridos como yo la primera vez que vi esta película.

HARRYFOCKER LE DA 7.5/10

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